domingo, 22 de julio de 2012

¿Por qué tenemos hijos?

¿Por qué tenemos hijos?, de Mario Sebastiani

Comprar aquí

Nos han hecho creer que cuando decidimos tener hijos es siempre “por amor”. Mario Sebastiani pone en duda este lugar común y asegura que, detrás de esa frase repetida hasta el cansancio, se esconden realidades diferentes: “se me pasa el cuarto de hora”, “fue un accidente”, “hasta no tener el varón mi marido no para”, “pierdo a mi pareja”, “me corre el reloj biológico”, “no quiero quedarme sola”… ¿Por qué tenemos hijos? propone un recorrido por la historia, los prejuicios y mandatos sociales que nos permiten reflexionar y resignificar nuestras decisiones para que la paternidad y la maternidad, lejos de una imposición, sean algo deseado y elegido.

Entrevista al autor, el médico obstetra Mario Sebastiani:
Dice Sebastiani: “Curiosamente en estas frases la palabra amor no figura, y como sentimiento no pareciera ser el que más prevalece. Percibo que, en cambio, los motivos más frecuentes tienen que ver con el accidente, el egoísmo, la negociación, la soledad. El bebé, casi, como una mascota”.
–También los hijos pueden ser producto del amor de una pareja. ¿O no?
–Aun como probables productos del amor, veo a los hijos como una nueva y compleja tensión en nuestras parejas, de pronto devenidas en familias, como una nueva tensión en la sociedad. En el pasado la maternidad era de las mujeres solas, con un papá que salía a proveer los bienes de consumo y la subsistencia; en la actualidad vemos una paternidad compartida, seguramente justa, pero claramente conflictiva en otros aspectos. ¿Por qué hablamos de amor siempre? Siempre te felicitan si estás embarazada. La sociedad es pronatalista. ‘No hay mejor fiesta que traer una vida’ es un lugar común. Pero nos encontramos a la vez con la victimización de los niños, el maltrato infantil, chicos solos deambulando por los shoppings, militarizados en otros países. Los colegios tienen dos turnos. Si tuvieran tres serían un éxito. No es una cuestión de riqueza o pobreza. Los ricos ya tomaron partido: en Europa no tienen hijos. Es una complicación: les impiden viajar, hay que ocuparse de cuidarlos y no tienen quién lo haga.
Nota completa, aquí.

No hay comentarios:

Publicar un comentario