martes, 31 de julio de 2012

El desafío de ser padres hoy

Extracto de la entrevista de Claudio Martyniuk para el suplemento "Zona" de Clarín al psicoanalista Ricardo Rodulfo:


¿Los padres están desconcertados ante los desafíos cambiantes que hoy traen los hijos?
Es importante, al referirse a las relaciones entre padres e hijos, ocuparse de las situaciones más comunes, no de las excepcionales o de las patológicas. Si uno procede así tiene que elogiar a los padres, que desde hace medio siglo hacen un gran esfuerzo por cambiar pautas de crianza y adaptarse a transformaciones que ocurren a gran velocidad en las sociedades occidentales de hoy. Al mismo tiempo, ellos se ven presionados por los medios, siempre en busca de lo apocalíptico; por la escuela, que les reclama ayuda en lugar de procurar resolver los problemas de los chicos en su marco; por los profesionales, que plantean a menudo perfiles ideales y objetivos teóricamente fascinantes pero irrealizables en la vida de todos los días. Y presionados, como no podía ser de otra manera, por sus propios hijos, con su sed de cambios y de libertad y sus esperables dobles mensajes: “No te metas en mi vida, pero ocupate de mí todo lo que yo quiera”.
Y están, además, sus propias contradicciones.
Claro, están presionados también por sus propias contradicciones. A los padres les encantaría poder apoyarse en la tradición, en como ellos fueron criados. Pero saben que ya no pueden contar con eso y desearían tener un libreto del que carecen. Y sin embargo, en medio de todo esto, un gran experimento de crianza más democrática y pluralista está teniendo lugar, y con no poco éxito.
¿Podría ejemplificarlo?
Ha desaparecido la persecución para que los chicos no se masturben; ha caído el prestigio idealizado de la virginidad de las chicas; está crecientemente aceptado que un hijo puede ser gay; los adolescentes ahora tienen la posibilidad de tener su iniciación sexual en su propia casa. Son ejemplos de cosas inimaginables unas cuántas décadas atrás. Junto con esto, pasa algo central: tiende a desaparecer el miedo del chico a sus padres, miedo que fue hasta hace muy poco un elemento central en la crianza. También viene en declinación un sistema de jerarquías que colocaba al adulto arriba y al chico abajo, uno mandando y otro obedeciendo, uno enseñando y el otro aprendiendo. 
La nota completa, aquí.

Libros de Ricardo Rodulfo, aquí.

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